La meditación, la oración, la lectura de La Palabra nos guia en el camino.
Pero es en la acción que damos el espacio a Dios en nuestra vida.
Podemos decir si a La Palabra y no hacerlo, o no pero actuar, y lo privilegiado sera siempre lo segundo.
Así esta claro en Mateo
De nuevo Israel -el hijo de Dios- es el sujeto de la parábola. "¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; dirigiéndose al primero, le mandó: Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. Pero él le contestó: No quiero. Sin embargo se arrepintió después y fue. Dirigiéndose entonces al segundo, le dijo lo mismo. Este le respondió: Voy, señor; pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? El primero, dijeron ellos. Jesús prosiguió: En verdad os digo que los publicanos y las meretrices os van a preceder en el Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las meretrices le creyeron. Pero vosotros, ni siquiera viendo esto os movisteis después a penitencia para poder creerle"(Mt). |
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Dios mío, hoy quiero decirte si y lo mas importante, hacerlo, ejecutar tu palabra en mi vida.
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